sábado, 13 de abril de 2013

EL ANDALUZ.


En la entrada anterior hemos repasado las lenguas y los dialectos de España. Ahora le toca el turno a nuestro dialecto, el andaluz. Andalucía ha sido a lo largo de toda la historia una zona codiciada por todos los pueblos que han invadido la península, y esto ha hecho que la huella de muchas culturas estén presentes en nuestra lengua y en nuestras costumbres. Esta gran riqueza ha hecho del andaluz un dialecto evolucionado, sonoro, rico y ecléctico.  Lo primero, un poquito de teoría. A estudiar.

En esta página vienen sus rasgos:          EL DIALECTO ANDALUZ. pdf.


La Junta de Andalucía ofrece este documento completo, claro y con buenos ejemplos. Es un esquema bien organizado con pequeños textos en los recuadros de la izquierda. Están bien elegidos. Os subo un ejemplo:



PERDIDA DE “D” ENTRE VOCALES:

Agapito: “ A ve, otras pinsas”.
“No hay más pinsas”. “Sujeta con
los deos...” ¡Y a mí, con los
deítos, no.
Gabina: ¡ No, si me lo estaba
viendo vení. ¡
¡Pero mucho cuidao, que esto es
muy serio! ¡ Aquí se ha tratao y
se ha contratao! Usté ha ganao
seis kilos y lleva cobrao más de
mil pesetas y ya le llegó la hora de
dar la cara!.
                            (Muñoz Seca)

Hay tantas cosas sobre el andaluz que prefiero dejar esta entrada así por ahora, para que busquéis información interesante sobre el dialecto que hablamos. PERO... me gustaría que fuerais críticos a la hora de elegir la información, porque hay demasiados documentos y documentales que confunden el habla andaluza con un habla vulgar o inculto, y eso sí que sería injusto y erróneo con nuestra cultura: Desde Góngora hasta Gustavo Adolfo Bécquer, Antonio Machado,  Juan Ramón Jiménez, Rafael Alberti, Luis Cernuda, Federico García Lorca, Miguel Hernández, desde Velázquez y Murillo hasta Picasso, todos son andaluces y hablan andaluz; son tantos los andaluces que hacen de nuestra cultura un tesoro, que no podemos equivocarnos al acercarnos al estudio de nuestro dialecto. Elio Antonio de Nebrija, otro andaluz, fijó la norma de la lengua castellana en 1492,  dando solidez a un idioma que permitió la escritura de El Quijote (1605-1615).
El dialecto andaluz es la forma más evolucionada del castellano. Las lenguas están vivas y se mueven lentamente. Si no es así, mueren. (Lenguas muertas: latín, griego antiguo, egipcio clásico, etrusco,...). Nuestro dialecto está muy saludable. Hay que conocerlo, respetarlo y enriquecerlo con nuestro conocimiento. 
En Marbella tenemos la suerte de contar con un gran número de variantes: mucha gente viene de otras zonas de Andalucía, algunos compañeros vienen de pueblos próximos (Ojén, Istán) que presentan sus propias pecualiaridades y que suman rasgos muy interesantes. Escucha a tu alrededor: es el andaluz en todas sus variantes.

La distribución de esas variantes no es homogénea en toda Andalucía. Aquí tenéis un ejemplo de cómo se representan las zonas ceceantes (en rojo) y las seseantes (en verde). Las que están en blanco distinguen entre ambas pronunciaciones. Pero... ¿todos en la zona en la que estamos (que aquí aparece en rojo) somos ceceantes? Evidentemente no, luego eso puede mostraros la dificultad de marcar estas zonas, pues indican de modo general y a veces poco preciso cómo se pronuncia el andaluz en cada provincia.
 Un poco impreciso,¿no? Es difícil representar el habla de una región: cada hablante es una variante de ese habla, todas correctas. Juntas, un tesoro cultural.




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