Para vuestra información (y para entender el texto), el solanum es una planta venenosa, cuyos efectos aparecen descritos en el escrito.
Muchas gracias.
SOLANUM
Si no hubiera salido
aquel día, no estaría pasando por esta racha. Si no fuera tan avaricioso,
tampoco. Aquella planta fue la culpable, y estoy seguro de la especie que pudo
haber sido. Este dolor, esta pesadumbre, no me deja seguir.
Cuando me dijeron que
debía entregar el correo de Lord Barrington a tiempo, lo rechacé rotundamente,
pues no pensaba que pudiera ser capaz de hacer tal barbaridad. Sin embargo, una
vez acordado que me cuadruplicarían el sueldo de un mes, acepté pese a las consecuencias.
Era una tarea ardua, en eso estoy de acuerdo, pero con todo ese dinero iba a
poder alimentar a mi familia durante meses, e incluso años. Estaba dispuesto a
hacerla, y ya que el Mensajero Jefe me lo había encargado nada más que a mí, me
sentí algo importante. Así, me dieron un mapa a mano con el camino que debía
seguir y dónde se situaba el Palacio de Barrington.
No fue fácil el
recorrido; tuve que atravesar grandes bosques frondosos, donde te puedes
encontrar con todo tipo de bestias, plantas y tierras, añadido a grandes selvas
donde la oscuridad es tan profunda y penetrante que es imposible encontrar un
mísero rayo del sol que pase al interior, y donde la niebla se come hasta las
más grandes alimañas, siendo un paraje donde fácilmente puedes morir. Los
desiertos eran gigantescos, aunque tuve la suerte de que uno de ellos acabara
en playa, por lo que fui bordeando la costa hasta llegar a un clima más bien
fresco, donde no había tantas plantas altas, y más arbustos que nada. El
palacio de Lord Barrington quedaba ya a mitad de camino, y me entró un poco de
hambre, percatándome de que no llevaba nada para comer. ¿A quién se le ocurre,
siendo tan mal cazador? Por algo me metí a cartero. Por tanto, lo único que
podía hacer es alimentarme de bayas y raíces, encontrándome con un arbusto que
tenía unas especies de aceitunas negras. Si hubiera estado allí mi mujer, me lo
habría advertido, pero yo no sabía nada de plantas, así que me comí tres o
cuatro de un golpe. Estaban buenas, no digo que no. Pero… algo no iba bien. Me
senté en unas rocas que había cerca del arbusto y noté como poco a poco me iba
doliendo cada vez más la barriga, hasta tal punto que vomité. “No me habrán
sentado bien”, pensé, y continué mi camino de ida.
Cuando ya estaba
llegando a casa de Lord Barrington, me empecé a sentir incómodo, acalorado y
con sopor y dolores de cabeza, que no me dejaban caminar. Pero debía continuar,
para ganar ese preciado dinero que alimentaría a mi familia, y ahora estoy en
estas condiciones. Como puedo, avanzo hasta el buzón, sufriendo entonces una
parálisis que me deja inmóvil por completo. ¡Claro, ahora todo tiene sentido! Esas
bayas…
Por Alejandro Fernández Hinestrosa.
La inspiración creadora es otro gran tema del Romanticismo del que no hemos hablado mucho en clase, pero creo que tú serás un buen ejemplo práctico....
ResponderEliminarMuchas gracias por tu aportación.
Os diré a todos que este texto surge a partir de un ejercicio de clase bastante complicado, en el que propuse crear un texto que tuviese características del Romanticismo a partir de una palabra que había que investigar: "Solanum"... Otros habéis encontrado algo muy distinto, ¿verdad?
Gracias a todos por vuestros trabajos. Lo pasé muy bien en clase.
Gracias, Alejandro.